DIA 7: DOMINGO 31/07/2016: TOWNSVILLE – MAGNETIC ISLAND – AIRLIE BEACH
TOWNSVILLE
Llegamos a las 05:50 a la estación de autobuses de Townsville procedentes de Cairns (salimos a la 01:00), en el autobús nocturno de Greyhound.
Apenas dormimos en el viaje en autobús, por lo que llegamos casi de empalmada. El autobús te deja justo enfrente de la terminal de ferries de Breakwater, donde parten los barcos a Magnetic Island. Abren a las 06:00 en punto, por lo que os tocará esperar fuera 10 minutitos hasta que abran… Por suerte, no hacía mucho frío. La terminal de ferries está abierta de 06:00 a 18:00.
Nos ahorramos mucho dinero al hacer el trayecto Cairns – Airlie Beach en autobús con parada de una mañana en Magnetic Island. La opción del avión se iba por las nubes, a lo que había que sumar el trayecto en barco del aeropuerto de Hamilton Island hasta Airlie Beach. Así que nos sirvió de excusa para tener unas horas para conocer Magnetic Island.
Magnetic Island se halla a unos 15 km (20′ en ferry) de Townsville. Su nombre se lo dió el capitán James Cook, cuando navegando pasó junto a su costa y notó una alteración rara en la brújula del barco, y lo atribuyó a un efecto electromagnético. Nunca se ha podido demostrar que el fallo del instrumento tuviera algo que ver con la isla, pero sí que ha conservado
su peculiar nombre desde entonces.
La isla goza de muchos días de sol al año, y entre las actividades que se pueden realizar figuran el poder realizar un trekking por la zona de The Forts en busca de koalas en libertad, recorrer la isla a bordo de unos vehículos curiosos denominados Mokes, tener la oportunidad de abrazar un koala en el Bungalow Bay Koala Village o simplemente disfrutar de la playa en alguna de las numerosas calas que salpican la isla.
Todavía dormidos, procedimos a dejar todo el equipaje en las taquillas de la estación de ferry. Llevabamos 2 mochilas grandes, una maleta pequeña y una mochila pequeña. Hay dos tipos de taquillas: grandes (8 AUD) y pequeñas (6 AUD). Conseguimos con mucho esfuerzo meter todo el equipaje que llevabamos, que no era poco, en una de las grandes,
eso sí, iba tan justo que no cabía ni el pelo de una gamba en la taquilla:
MAGNETIC ISLAND
Como era muy pronto, y no tendríamos que hacer nada tan temprano en la isla, aprovechamos para desayunar en la misma estación de ferry y hacer algo de tiempo (café tamaño normal: 4 AUD, tamaño grande: 4,70 AUD). La frecuencia de ferries es muy alta, cada 30′ más o menos, por lo que no hay problema en eso ni necesidad de reservar por adelantado. Hay ATM en la terminal. El precio del ferry es 32 AUD i/v por persona. Revisad los horarios del ferry en la página de SeaLink.
Al cabo de unos 20′ llegamos a Magnetic Island, nada más salir de la terminal de Nelly Bay, cogimos el autobús 250 dirección Horseshoe Bay. El autobús vale 2,80 AUD por trayecto y persona, se paga en efectivo al conductor. Está sincronizado con las llegadas de los ferries, por lo que no esperaréis mucho. Lo mismo ocurre a la vuelta, tienes un autobús que te permitirá llegar con unos 15 minutos de antelación para el ferry de vuelta. Revisad bien los horarios o preguntad al conductor sobre a qué hora coger el bus a la vuelta, porque como decimos están sincronizados y no pasan tan habitualmente.
Horseshoe Bay es una bonita playa al norte de Magnetic Island, desde aquí teníamos pensado visitar el Bungalow Bay Koala Village, para experimentar la sensación de abrazar un koala (se puede realizar en varias partes de Australia, como por ejemplo en Parndana (Kangaroo Island) aunque creemos que en Sydney no se puede, depende de la legislación). Los tours comienzan a las 10:00 y a las 12:00 y tienen una duración de casi dos horas. Para hacer tiempo, estuvimos tomando el sol en Horseshoe Bay:
Cuando se acercaron las 10:00 fuimos rumbo al Bungalow Bay (se tardan 5 minutos aproximadamente desde Horseshoe Bay). Pagamos 29 AUD/persona por realizar el Wildlife Tour y otros 18 AUD/persona por abrazar a un koala y foto de recuerdo. El tour está bastante bien, el guía te explica bastantes cosas de los animales que tienen en la propiedad: cocodrilos bebés, cacatúas, tortugas, todo tipo de reptiles extraños, arañas, iguanas, … Con respeto y cuidado, puedes coger a muchos de los animales. También vimos un wombat, marsupial con forma de oso pequeño y patas muy cortas, que sólo se encuentra en Australia:
Al final del tour, llega el turno de la visita a los koalas. Seguramente no tendríamos más la oportunidad de abrazar a un koala, así que nos decidimos a hacerlo. El koala, es un marsupial arborícola con hábitos parecidos a los perezosos. Son capaces de dormir 20 horas al día. Pueden llegar a medir unos 75 cm, y son como peluchitos con pelo suave y orejas grandes y peludas. Adorables criaturas que dan ganas de llevar a casa. Para cogerlo, tienes que imitar con tu cuerpo el tronco de un árbol, y poner los brazos estirados, simulando como si fueran las ramas. Ojo, que tienen buenas garras. Después se te enganchan. Un momento precioso:
Posteriormente en el viaje, vimos koalas en otras dos ocasiones: la primera, observamos unos pocos (5 ó 6) en libertad en lo alto de los eucaliptos en la zona de Kenett River (Great Ocean Road desde Melbourne) y la segunda en el Hanson Bay Koala Sanctuary (Kangaroo Island), una propiedad donde hay un montón de koalas subidos en los árboles. La mejor experiencia de todas, sin duda, poder contemplarlos en libertad. Cuesta un poco, porque se camuflan muy bien entre las ramas de los árboles.
Tras el tour, volvimos a Horseshoe Bay, desde ahí nuestra idea inicial era ir a Radical Bay, una cala que hay como a 30′ caminando, pero viendo que Horseshoe Bay era una playa lo suficientemente bonita como para estar un par de horas que nos quedaban antes de coger el bus de vuelta al ferry, decidimos quedarnos allí, en lugar de ir a Radical Bay y apenas disfrutar tiempo de ella. Además llevábamos buen tute encima, tras no dormir casi nada en el autobús. Puede ser buena idea, si se dispone de más tiempo en la isla, de ir hasta allí o hacer la caminata por The Forts en busca de koalas en libertad.
Lo que sí que vimos fueron los famosos Mokes y Topless, unos mini-vehículos típicos de la isla (se pueden alquilar para conducir por la isla, aunque es carillo):
Cogimos el bus de vuelta en Horseshoe Bay, sincronizado para tomar el ferry de las 15:00, con el que llegamos alrededor de las 15:25 de vuelta a Townsville. Teníamos el tiempo justo para comer algo en la propia terminal, ya que a las 16:00 salía el bus que nos llevaría hasta Airlie Beach. El autobús tiene Wifi gratuito (no va muy fino) y cargador USB.
El trayecto dura 3h y 30′, por lo que sobre las 19:30 llegamos a esta localidad de Australia, desconocida para muchos, las cual es una base de operaciones perfecta para explorar las Whitsunday Islands. De ello os hablaremos en la próxima entrada, pero os adelantamos que fue la mejor parte de nuestro viaje a Australia: sobrevolamos en avioneta la Gran Barrera de Coral, navegamos e hicimos snorkel por las Whitsunday Islands y disfrutamos de la playa más espectacular en la que hemos estado jamás: Whiteheaven Beach, su nombre lo dice todo…
AIRLIE BEACH
Al llegar a la estación de bus de Airlie Beach, nos esperaban unos 20′ andando con las mochilas hasta llegar a nuestro siguiente hostel: Base Airlie Beach Resort (336 Shute Harbour Rd):
Es una propiedad inmensa con un montón de bungalows. La habitación bastante sencillita, la verdad, con baño privado. Aunque era domingo había un montón de fiesta en la calle principal de Airlie Beach donde hay 5 o 6 garitos con la música a todo trapo, como si fuera una rave… Nosotros estábamos tan rotos que sólo tuvimos fuerzas para comprar algo en un supermercado para cenar, y caer rendidos una vez más…